Siempre las hice de otra forma, hirviendo las berenjenas en agua y vinagre.
Decidí hacerlas de esta forma, a ver si resultan más sabrosas y mantienen su forma.
El resultado es óptimo, a todos les gustó y eso que no las dejé reposar para que se embebieran en el aceite, vinagre y especias.
Podes cortarlas de esta manera o a lo largo, preferí hacerlas así.
Las corto en rebanadas de 1/2 cm de ancho.
En una sartén o en una plancha pongo una capa muy fina de aceite, cuando está caliente, acomodo las rodajas de berenjenas y las dejo cocinar, que se doren de ambas caras.
Después de que están doradas de ambas caras, las pongo a escurrir sobre papel absorbente.
Sigo cocinando el resto de las berenjenas.
Las dejo enfriar.
En un recipiente con tapa hermética, coloco una taza de aceite neutro, 1/3 taza de vinagre de vino.
Podes usar de alcohol o de manzana.
Agrego una cucharada de orégano seco.
Agrego una cucharadita de pimienta negra en grano.
Pico 2 o 3 dientes de ajo, eso es a gusto de cada uno.
Y se lo agrego.
Mezclo bien.
Voy acomodando bien las rodajas de berenjenas, tratando de que queden sumergidas en el aceite, vinagre y especias.
Yo hice dos berenjenas para probar.
Si es necesario agregarle más aceite, se le agrega en la misma proporción arriba indicado.
3 partes de aceite y una de vinagre.
Lo tapamos al recipiente, y damos vueltas varias veces para que las berenjenas se empapen bien en el aceite y vinagre.
Dejar reposar como mínimo 1 día en la heladera antes de consumirlo.
Siempre lo tenes que tener en la heladera, cuidando que las berenjenas queden cubiertas en aceite.
Te dura mucho tiempo de esta forma.
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